lunes, 30 de marzo de 2009

Fin: al borde de la locura.


Desperté de la realidad, y digo desperté por que en verdad lo hize. El fin fue locura. Como nunca antes lo había sido.

Si, y al final todo vale pito.
Desperté de la realidad y desperté de la locura para nuevamente verme atrapado en el realismo cotidiano.

Vencer a el alba en una carrera de tiempo para poder estar tranquilo y libre en una tarde fresca no sirve de nada. En efecto, no sirve.

Después de tener en mis manos la mayor cantidad de euforia, de estallar en paz, de gritar sin mover los labios; después de todo, todo sigue como siempre ha sido. Nada ha cambiado.

La noche no se detiene. 
Y me pregunto, ¿qué estoy esperando para volar?
Si, quiero escapar de aquí.

Enciendo mis alas y me pierdo repentinamente.
La realidad solo me burla, y a veces suele ser divertido!
Ahora entiendo, siempre eh estado perdido,
de repente...
de repente escucho un aullido.

Un fuerte dolor penetra mis entrañas,
apareces aquí, en mi mismo lugar
más a la izquierda, más firme. Debes jugar,
sabes jugar, siempre me engañas. 
Siempre lo haces, empiezo a dudar.

Las riñas dejan de ser cosa de niños para ti, pues sueles hacer varias,
despiertas en mi un sabor amargo que apaga mis ansias.
Miro tristemente que las alas se han quemado, y miro en el que antes
fue tu lugar, cenizas esparcidas entre arena de mar.

Sueles ocultarme tus verdaderos sentimientos.
La entrega es un delito en esta habitación. No puedo ser libre, no puedo permitirme sentir placer. El amor engaña. Tú engañas. Engañas a mi corazón, haces creer que el método correcto es el tuyo, y se priva, mi corazón se priva, ya no es libre.

Quizás sea cierto, quizás no.
Quizás sea amor, quizás no.
Al final solo quedaremos tú y yo al final de la laguna, en orillas paralelas, buscando nuestro propio camino, separados. O quizás nos toque compartir la misma vida juntos. Y morir de amor, bebiendo la consecuencia de lo que nos conforma y conforma esto y...
Blah-blah!

Mierda...
Necesito alas. Pero sin filtro.

lunes, 23 de marzo de 2009

Perdido:

tun-tun-turu-tun.

Tin-tirin-tin.
Tin. Tin. Tin-tin-tintin-tin- tinntin-tintin.
Tun-tun...

     Aveces me pierdo entre dudas. Camino dormido entre zombis.
Me pregunto una y otra vez lo mismo, siempre
todo es un caos, mi vida esta en crisis.
Pierdo la razon, aveces la encuentro, pero solo aveces.

     Una canción se vuelve la respuesta, 
y otra mas, me lleva al inicio, 
sin tener nada concreto.

      El placer ahora deja de serlo. Ahora solo es una pregunta.
Ahora busco el porque.
Donde te escondes, que siempre me atrapas.
Donde me escondes, que nunca me encuentro.
Porque, siempre pregunto.

     Mi vida esta por ahí, vagando... Vagando.
De momento llego a pensar que es mejor perderla, no encontrarla jamas.
¿Seria mejor dormir por una eternidad?
Oh si, ya lo creo.

     Si estaré despierto por un par de años mas, solo para mirar como la gente se consume así misma, como destruyen la tierra, prefiero desaparecer y no ser parte de esta masacre. Prefiero estar lejos, atrapado en un cubo de madera. No quiero ver mas sangre.
     ¿Quien soy yo?

domingo, 22 de marzo de 2009

Para ti.


En mis sueños.
Cuando la niebla es densa, Sujeto fuerte tu mano para no perderme en este lugar.
Cuando llueve disfruto la tarde a tu lado. Tu compañia es magica.
Los dias son Bellos.
El tiempo es corto.
Es maravilloso no tener que esforzarme por agradarte.


Ahí afuera hay flores para tí.
Hay mil atardeceres que compartiremos juntos.
Un cielo repleto de estrellas de colores, nubes rosas.

Caminaré de tu mano. Te regalaré una sonrisa, una tarde de oscio.
La mas dulce melodia es para ti.
Compartiremos juntos la llegada de la primavera, esta y otras mas; y el final del otoño como si fuera una pelicula, la mas larga. Como las caricias en la asotea. Bajo la sabana.

Solo seremos tu y yo.













TEAMOVEIB!

Primavera:

Las explociones en primavera son maravillozas. Rodean mi cuerpo, lo envuelven en emociones de placer.

La aceleracion momentanea, la calma. Primavera.
Me siento volar,
me siento arder,
callar.

El ir y venir de Einaudi engañan.
Hoy mi dia se alegra por completo.
El sonido de las ojas que chocan entre ellas produce gran tranquilidad y estavilidad en mí.
Afuera, los pajaros cantan.











Primavera - Ludovico Einaudi.

viernes, 20 de marzo de 2009

Solo*

No es la primera vez que me siento tan cerca de conocer la locura.


Estoy a punto de perder la cabeza.
Y sigo igual, a pesar de que quiera creer lo contrario, me doy cuenta que sigo igual...
Quiero vomitar sobre mi ego,
cortar de un tajo tanta maldad aquí acumulada.

Dormir eternamente, y nunca despertar.
Soñar con campos de flores.













Soñé que era libre:
Fuimos libres, perdidos en aquella tarde.
2008.

martes, 17 de marzo de 2009

Descanzo:

En este momento siento perder la cabeza bailando, bailando, bailando.
El hecho de prender un cigarrillo causa un hormigueo ocasional en mi 
estomago. Se siente bien.

Whiskey man, don't you play that hand too long.
Whiskey man, don't you play that hand too long.
It takes whiskey to make you tall,
You ain't so very damn tall at all.
You start to get straight , then you get weak,
Can't you see your on a loosing streak.
You have your highs, you have your lows,
Nobody knows which way you'll go.



Oh yeah. Una buena dosis de rock.


Me siento arder,
Me rodean las paredes de esta...
necesito un cigarrillo.






En mis adentros una bomba está por estallar.
Las estrellas se apagan y solo quedamos tu y yo y ese sonido infernal apresurando, presionando. El tiempo corre.
El tiempo corre y estoy a punto de estallar.

Alrededor todo se cubre por esa neblina que parece que nunca se irá,
ahí, esos sonido taladran, afuera,
quieren entrar.
Siempre dices la verdad.
Siempre pareces volar,
pasar desapercivida,
casi sin verme,
sin sentirme.
Mis manos se derriten,
expuestas al calor de tu piel.

Escribo sin ganas y me doy cuenta de que esto es un hasco que da flojera borrar, y asi lo publicaré.
Mejor sigo escuchando a molly hatchet y whisky man.



Todo gira.
me estrello en el piso al caer de cama.
Algun malestar ataca.
Eh perdido la calma,
me ahoga una ola de ira,
me mata.

Veo alrededor que todo empieza a oscurecer.
Todo se vuelve en contra de mi,
la gente a mi alrededor comienza a girar a gran velocidad,
todo se agudiza,
todo golpea mis oidos, todo ruido que sale de fuera.
La luz del alumbrado publico quema mis ojos.
El aire que.


Tic-tic. Tic-tic-tic.
7:oo am
Hora de despertar.

lunes, 16 de marzo de 2009

Vida vacia: Atravéz de la bruma III. [...continuación...]



     [Bajo la sombra de un árbol me acosté, y los ojos muy lento cerré. A un lado de mi, Carlos encendía un cigarrillo; Julieta lo mirava divertida, mientras peinaba los cabellos que escapaba tras el viento. El sol proporcionaba un clima cálido. Todo alrededor brillaba.]





     El agua estaba helada, pero se sentía bien cuando golpeaba tiernamente mi espalda. Estuve quince minutos en la regadera. Un momento inspirador. Ameno.
     Cogí la toalla y comencé a secar mi cuerpo a prisa. El aire que me tocaba probocava un frío que erizaba por completo mi piel. Sandra me esperaba. Desnuda.

     La conocí en el centro. Trabajaba en una cantina. Su uniforme le hacia lucir muy bella. Regresaba con frecuencia a ese lugar solo para poder verla, y escasamente, hablar con ella. El par de palabras que compartiamos hacían de eso, el mejor instante de mi vida:
     -¿Algo de tomar joven?
     -¿Eh?
     Me estremecía cada que ella me regalaba una sonrisa. Su manera de caminar producía un tipo de hipnosis en mí. Era sorprendente darme cuenta de que mi imaginación hacia cosas impresionantes con mi sentido de real visión, pues cada que la veía acercarse a mí, mis ojos visualizaban un rayo de luz que la iluminaban. Así observaba detenidamente su escultural silueta. Era un ser divino entre mortales comunes.
     Compartiamos gustos en común, como los paseos por el campo al atardecer, ir al cine y demás. El gusto por el rock nos llevó a compartir conciertos espectaculares, que tubieron lugar en varios puntos de la República. Que tiempos.


     Caminé
               lentamente
                         hacia ella. Se veía tan linda bajo la sabana blanca. Su aroma corporal después del baño era, y sigue siendo, el mejor perfume que eh aspirado.
     Esa noche sin estrellas la pasamos haciendo el amor hasta la llegada nunca impuntual del primer rayo de sol.

     El recorrido de la playa a casa fue tranquilo, corto y sin charla alguna. Los dos estábamos agotados. Fue un día muy largo. 
Divertido.


     Jaime se levantó muy temprano esta mañana. Ya hacia 2 semanas desde que llevó a Sandra a pasar la tarde a la playa. Hiba rumbo a la plaza oriente, serca de la costa, de compras. Se preguntaba si Sandra aun dormia. Si pensaba en él.
     No tenia un empleo como cualquiera. De hecho, no creía que fuera un buen empleo. Y no lo era. Oh no. Era limpiador. Asesino. Asesino de gente rica. Algún sujeto lo solicitava para realizar una tarea, encargarse de poner en su lugar a sujetos que causaban problemas en la vida de éstos.
     Él hacia su trabajo sin hacer preguntas, ya que esos asuntos no era de su incumbencia. Eso hacia que Jaime fuera de los mejores limpiadores. Su trabajo no es lo importante.

     Las calles estaban muy húmedas. Había en ellas una niebla muy densa, poco trafico. Jaime se tomó la molestia de pasar al muelle, eran las seis con treinta de la mañana y quería ver la salida del primer rayo del sol. Sentir su calidés en su cuerpo.     Tomó asiento en una de tantas bancas, color rosa, para esperar la llegada...
     -Jaime, lavate las manos y vente a comer. Tu plato esta servido.-Llegó de golpe el recuerdo de aquella tarde en casa de su abuela. Recordó  a la regordeta Blaza. la vecina. La misma que cantaba las canciones de Pedro Infante y Lorenzo de Monteclaro de manera desafinada, mientras él se escondía entre los lavaderos y el baño maloliente al fondo del patio. Vino a su mente, como torbellino, la imagen de ese niño, ahí sentado en posision fetal, muerto de... miedo.
     -Uno, dos, tres por mi y por todos mis amigos.-gritaba uno de sus primos.
     A él nunca lo encontraban. La vecina le producía un tipo de miedo, o al menos eso es lo que Jaime creía sentir; pero amaba sus caramelos.

     Por fin el sol salió y la niebla poco a poco desapareció. Se fué.
     Jaime se puso en pie y siguió el rumbo de su destino.

     -Mi vida no es interesante-pensó-, lo era cuando tenia diez, cuando tenia dieciocho.

domingo, 15 de marzo de 2009

Vida vacia: Atravéz de la bruma II. [...continuación...]


   Nunca fui un buen sujeto. Mi vida siempre ha sido un caos, sumergida en un hoyo negro. Acostumbro perderme, de vez en cuando, en aquel lago en medio de una seca pradera, donde las vacas pastan tranquilamente, mientras a la par, toman el sol: Indiferentes a lo que a su alrededor sucede. Tráz la alambrada.

   Sentado sobre esa piedra enorme que pasa todo el tiempo bajo el sol, formando una sombra abundante que golpea ingenua la orilla de... Ahí paso la mayor parte del tiempo, contemplando el ir y venir de las pequeñas olas. Mirando a los hombres que intentan pescar, sin suerte alguna, con sus redes viejas descoloridas. Prendo un cigarrillo. Prendo otro. Termino el ultimo, y me pongo de pie. Camino por los alrededores.

   Tengo instintos suicidas.
      Amo a Sandra
         y quizás ella me ama aún más como para soportar todo lo que soy,
            y lo que no soy.

   Cuando tenia 17 años tenia una bonita cámara. Solía tomar fotos de personas desnudas que aseptaban posar frente al lente de mi poderosa arma; y flores de campo que encontraba a mi paso. Amo los atardeceres. Tomaba fotografías a cada atardecer que mostraba libremente su belleza sin obstrucciones visuales. Conservo las fotos mas bellas, como recuerdos de la buena vida, vagabunda, que tuve. Las otras, las vendí en un mercado que se encontraba en un jardín del centro. Bajo precio. Mal vendidas. Solo para tener unas monedas para comprar alcohol para mis tardes de soledad.
   De joven pasé la mayor parte del tiempo emborrachándome en bares del centro. 
   Ahora lo hago con menor frecuencia. Ahora está en mi vida la Bella Sandra, y es quien me ayuda a mantener mi vida ocupada con aventuras maravillosas, así, dejo de pensar en el alcohol.

               
   -Amor, ven a la cama conmigo, quiero abrazarte. Abrazarte fuertemente.-decía en forma de susurro mi pequeña Sandra.
   -Deja me doy una ducha, ¿te parece?
   -Esta bien, pero...
   -¿Pero que, amor?
   -...apresurate.













[Continua]

martes, 3 de marzo de 2009

Vida vacia: Atravéz de la bruma.

Era una tarde de octubre, un día soleado con una briza maravilloza.

Tomaba una cerveza de lata, bajo una sombrilla multicolor. Las olas alcanzaban a mojar mis pies, quitando así, la arena que los cubría.

Una gaviota caminaba lentamente, tranquila, a la orilla de... Me llegaban vagos recuerdos de esa tarde. Aquella tarde. Los cuervos atrapados por ese mortal relámpago, bajo la lluvia.

La dama del vestido rojo, atrapada entre la lluvia y el suelo, embarrada como mermelada.

De pronto una punzada comenzó a perforar mi cabeza de lado izquierdo al traer a mi ese vago recuerdo. Terminé de un largo trago me cerveza, mas de la mitad, y encendí un cigarrillo, cosa que me resulto complicada por culpa de la ventisca que rodeaba mi aura.

    -Jaime, ven aquí. El agua esta tibia.- gritó Sandra, que se encontraba sentada en la arena aspera, muy serca del agua salada,bañándose como infante. Se veía divertida.
    -Ya voy pequeña, ya voy.
Esa tarde la pasamos de lo lindo...
(Continua....)