lunes, 9 de febrero de 2009

Angry dance:

Cuando siento reventar en sensaciones que se atrapan en mi piel, siento arder mis adentros: morir en vida.


            Solo
                    el muro
                              me puede detener.

Llego el final.
Bailando.

los cuervos:


Camino por una calle sin sentido. En frente de mi veo un par de cuervos posados en la rama de un seco árbol.El cielo esta nublado, el sol se mete. Veo a contraluz la silueta de una mujer de vestido corto, rojo, que camina hacia donde apunta mi vista: se aleja. Al llegar a la esquina donde se encuentra un café con nombresinimportancia se detiene, esperando oportunidad para cruzar la calle en medio de un interminable trafico. La miro detenidamente mientas me recargo contra un spot. Enciendo un cigarrillo y lo fumo a prisa.La mujer sigue ahí: es guapa.De pronto se dispone a cruzar la calle y en el momento que va a medio paso se le cae un objeto de su bolso que a esta distancia no alcanzo a ver, no lo distingo: no importa. Se inclina para levantarlo.Detenidamente alcancé a observar con una calma impenetrable como un camión grande, de mudanza quizás, dobla precipitadamente por esa misma esquina donde la mujer bonita que recoge el objeto del suelo se encontraba... En camión la arrolló con violencia, y ella salió disparada a unos dos metro de distancia, quizás menos, no alcanzo a ver con exactitud. Tiré al suelo lo que quedaba de mi cigarrillo y lo apagué de un pisotón. No me moví. La calma me poseía.El cuerpo de la joven mujer guapa de vestido rojo quedó regado por el pavimento.El trafico se detuvo. Todo se tiñó de rojo, y en su vestido no se distinguía la sangre que corriapordoquier.Perdió alguna parte de su cuerpo, no se con exactitud que, pero estoy seguro de que así fué.La gente miraba conmosionada.Encendí otro cigarrillo.Empezó a llover con furia.La gente se marchó.Al poco rato llegaron los paramedicos, tarde. Yo termine mi cigarrillo, lo arroje lo mas lejos que pude, cayendo así al azar en un charco de agua, y no de sangre como me hubiera gustado. Dirigí mi vista hacia aquel árbol, ese árbol, y ahí seguían ese par de aves negras: Momento tenebroso.En un instante todo se iluminó por un relámpago que se dejó caer con rabia sobre aquel árbol, ese árbol, sobre los cuervos.Caminé a casa... empapado... con una sonrisa en mi rostro, fingida.Ahora oscurece.